COMENZAR a Hacer Trading: desbancando mitos que te desincentivan
Hay una frase que me gusta recordar para aquellos que están pensando en comenzar a hacer trading.
Es muy difícil aprender algo nuevo si se tiene miedo, ya que el miedo es una forma de energía muy debilitante - Mark Douglas.
A lo largo de estos últimos meses he mostrado varios conceptos relevantes referentes a la actividad del trading.
Como habrás ido comprobando, hago ciertas advertencias que no son precisamente halagüeñas de cara a comenzar a hacer trading.
Y es que no me gusta generar expectativas falsas ni alimentar ilusiones, pero sí creo en el esfuerzo, en la persistencia en el tiempo y en el trabajo que otros nos han dejado.
Como también habrás ido observando, el modelo de inversión que traigo es un modelo basado en trading de posicionamiento con fundamentos en chartismo clásico.
Lo veo relativamente nuevo en la videoblogosfera hispana, o al menos, muy poco explotado.
Lo considero como un trading retro o vintage, por aquello de que no se considera todavía una antigüedad, pero como los buenos vinos, considero que se ha revalorizado con el paso del tiempo.
Pero antes de seguir dándote más información sobre este tema, que va de principios a mediados del siglo XX, quiero volver un poco a la mera actualidad.
Hay algunos mitos que intentan inculcarnos sobre las inversiones y sobre el trading.
Mito nº1: "Necesitas 1 millón de euros"
Para aprender trading no necesitas una cuenta con dinero real.
La mayoría de los brokers de hoy día permiten que tengas una o más cuentas virtuales con dinero virtual de forma gratuita, y no necesitas más para aprender.
Incluso esto no es necesario.
Basta con un excel donde colocas una cantidad arbitraria de dinero y anotas las operaciones que haces, sumando o restando el resultado de cada operación.
Una vez que quieres empezar a entrar con dinero real, existen brokers como XM donde puedes abrir una Cuenta Micro y operar en Forex con volúmenes tan pequeños como céntimos de euro.
Con una cuenta de 200€ podrías comenzar a hacer trading.
Ahora bien, si a lo que se refiere es que necesitas un millón de euros para alcanzar la independencia financiera y vivir del trading, tampoco es correcto.
Lo primero es que para empezar a hacer trading, no necesitas pensar en ello como una dedicación exclusiva.
Cualquier persona puede complementar su trabajo y vida laboral con una actividad económica de inversión, y en la mayoría de los casos también con una actividad de trading.
Pero si nos centráramos en el supuesto de "necesitas 1 millón de euros para vivir del trading", la respuesta a esa pregunta es muy subjetiva.
No existe una cantidad exacta que se pueda dar, porque depende de las necesidades de gasto que tenga una persona y de su forma de vida.
Si el objetivo de una persona es vivir del trading, una de las primeras cosas en las que se va a centrar es en reducir sus gastos.
Una persona que tiene un gasto anual de media de 25.000€ al año, probablemente busque reducir antes de buscar su independencia financiera esos gastos de una forma drástica.
No solo para ahorrar más, sino para no depender de tanto dinero para poder vivir del trading y conseguir así su independencia financiera.
Para hacerte una idea, una rentabilidad media anual del 8% sobre 200.000€, serían 16.000 €/año. Lo cuál deja la cifra del millón, cuanto menos, muy exagerada.
Mito nº2: "Es difícil ahorrar con los sueldos medios que hay en España"
Lo que es difícil es no sucumbir a este tipo de declaraciones falaces y desincentivar el ahorro y la inversión.
Uno de los conceptos clave que Robert Kiyosaki menciona en su libro "Padre rico, padre pobre", es que para alcanzar la independencia financiera no se trata de ganar más, sino de ahorrar más.
Y es lógico, porque si no se tiene el hábito de ahorrar, sino el de gastar; a medida que ganemos más, gastaremos más.
Robert Kiyosaki nos contaba:
La historia de su padre pobre.
Un buen hombre hecho a sí mismo, con un muy buen sueldo de funcionario. Pero que apenas ahorraba nada porque tenía que pagar todas las facturas que le generaba la cuenta de pasivos que iba engordando cada vez más.
O como deportistas de élite millonarios se han arruinado cuando dejaron su carrera deportiva. Porque no sabían ahorrar y ahora se encontraban con muchos menos ingresos pero con las mismas ansias de gasto.
O en definitiva, el individuo de clase media americana que intenta satisfacer sus aires de grandeza en gastos innecesarios para mostrarse como un individuo de clase rica que no es.
Ahorrar no depende de la cantidad de dinero que ganes. No depende de lo que te sobra.
Ahorrar depende de la cantidad de dinero que separes nada más recibir tus ingresos y de gestionar lo que te queda reduciendo los gastos.
¿Esto es difícil?
Es difícil cuando la educación financiera te incentiva a gastar, cuando ahorrar te lo pintan como un sacrificio y cuando nadie te incentiva a lo contrario.
Una aportación mensual de 200€ al mes con un rendimiento anual del 5%, durante 45 años (una vida laboral desde los 20 hasta los 65 años) genera un capital final de casi 400.000 €.
Mito nº3: "Tiene una alta volatilidad, por lo que es muy arriesgado"
Aprovecharse de la falta de conocimientos de las personas crea este tipo de asunciones.
Un activo puede tener altísima volatilidad, esto es cierto. Por ejemplo, las criptomonedas tienen una volatilidad muy alta.
Pero eso no las convierte en más arriesgadas para hacer trading.
Sin embargo, cuando leemos ese tipo de frases, asociamos una alta volatilidad a riesgo y salimos corriendo de ese activo, evitándolo a toda costa.
Y de nuevo, cuando no hay formación ni conocimientos previos, crean miedo, en lugar de conocimientos.
Ese tipo de afirmaciones tienen que interpretarse en el trading.
Un trader siempre puede y debe definir el límite que está dispuesto a arriesgar en cada operación.
Y tiene herramientas para poder configurar de forma flexible la cantidad que arriesga en cada operación:
En valor de dinero absoluto, por ejemplo arriesgar 1€, 16€, 125€ ó 1000€.
Esta cantidad es definible por el trader en cada operación, aunque tendrá límites inferiores y superiores en función del broker y del saldo que tenga en su cuenta.
O en un porcentaje de la cuenta disponible.
Por ejemplo, si la cuenta que tiene es de 10.000€, puede arriesgar un 1% (100 €) para una operación concreta o un 0,5% (50€), un 2% (200€). Igual que en el caso anterior el porcentaje es definible por el trader en cada operación.
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Mito nº4: "Tienes que estar todo el día delante de la pantalla"
Este mito es bastante gracioso.
Aunque es normal.
La imagen que tenemos de las películas, es ver a "traders" trabajando en un banco de inversión o en empresas del sector financiero como el de la imagen.
Que no solo no se despega de la pantalla, sino que tiene múltiples monitores y está todo el día de los nervios atendiendo llamadas por teléfono al borde de un ataque cardíaco.
Pero lo cierto es que el trading no tiene reglas.
Somos nosotros los que las tenemos que marcar.
Uno podría estar 12 horas al día haciendo trading y colocando cientos de operaciones cada día y revisándolas minuto a minuto sin despegarse de la pantalla.
Pero particularmente, el modelo de inversión que utilizo como trading de posicionamientome lleva unas 2 horas a la semana tirando por lo alto.
Hay semanas que se reduce considerablemente e incluso paso alguna semana sin dedicarle nada de tiempo.
Esto es algo depende del tipo de trading que hagas.
En el artículo 4 tipos de trader puedes ver cómo es la jornada laboral de cada tipo de trader de forma aproximada.
Como ves existen leyendas urbanas que no describen bien la realidad.
Se forman pequeñas ideas que desdibujan la realidad continuamente hasta transformarse en auténticos mitos.
Te he descubierto algunos, los que considero más grandes, pero no son los únicos que hay.
Si quieres continuar viendo la realidad del trading y de las inversiones, lo mismo te interesa entrar en una lista que tengo donde envío curiosos correos sobre inversiones y trading a mis suscriptores para ganar dinero y llegar a ser rentable en el tiempo. El acceso es gratuito, aunque no por ello tiene poco valor. En caso de interés, mira ahí abajo.
